Este punto de vista de la laguna fue tomada de la Fondamenta Nuove, donde Francesco Guardi mantuvo un estudio de hace algún tiempo. A partir de ahí, se podía ver a la izquierda la isla de San Cristóbal, como tantas otras islas en la laguna de el sitio de un monasterio. Diagonalmente detrás de San Cristóbal es la isla de San Michele, la ubicación de la antigua iglesia renacentista de Venecia, diseñado en 1469 por Mauro Codussi. En el siglo XVIII San Cristóbal y San Miguel eran dos islas separadas, pero durante el período napoleónico que estaban conectados con el fin de ampliar el cementerio de San Michele. En ese momento el complejo monástico de San Cristoforo della Pace fue demolido. Finalmente, detrás de San Michele se encuentra la isla de Murano con su famosa fábrica de vidrio.
Interés artístico en las islas de la laguna se manifestó primero en una serie de grabados de Antonio Visentini de 1738, que se concentran en los edificios eclesiásticos en estas islas. En sus pinturas de la Laguna, por otro lado, Guardi se centró en la superficie casi inmóvil del agua y en el constante juego de luces y reflejos, tan característico de la escena veneciana. Al hacerlo, él capturó el ambiente único de la Laguna de una manera comparable a no más de un algunas impresiones y dibujos de Canaletto.
GUARDI, Francesco
San Cristóbal, San Miguel y Murano, visto desde las nuevas bases 1755-60 Óleo sobre lienzo, 60,5 x 91 cm Kunsthaus, Zúrich
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